domingo, 7 de abril de 2013


Bolsas:compostables, biodegradables, oxodegradables, fotodegradables, hidrosolubles o reciclables?

Actualmente, cada habitante utiliza anualmente 238 bolsas de plástico, tardando cada una de ellas 400 años en descomponerse y de las que apenas se recicla un diez por ciento. De hecho, la utilización de las bolsas de plástico genera cada año 100.000 toneladas de residuos y 440.000 toneladas de dióxido de carbono que contaminan el planeta.
 
Recientemente están apareciendo toda una serie de bioplásticos y materiales alternativos que ofrecen ventajas ambientales respecto a las bolsas de plástico actuales de polietileno que se han empleado tradicionalmente, hechas de materia prima provenientes del petróleo. No obstante, éstas están generando bastante confusión debido a la terminología que se emplea para definir el origen y final de su vida útil.
Estos diferentes tecnicismos y la confusión que se produce con ellos se deben sobre todo al hecho de que las bolsas, entre sí, no presentan muchas diferencias a simple vista, aunque sí en su proceso de fabricación y de tratamiento post-consumo, según el proceso de fabricación por el que hayan pasado.
 
De hecho, la mayoría de términos se refieren a la etapa como residuo de las bolsas y por esa misma razón el consumidor tiene a veces serios problemas para saber donde debería llevar la bolsa que tiene en sus manos, ya que no sabe, entre los muchos sistemas de gestión de residuos que se les ofrecen y entre los muchos contenedores de recogida selectiva que tiene en frente suyo, donde debe depositarla.

 
BIODEGRADABLE

Cuando un plástico es biodegradable, significa que ese plástico puede descomponerse en condiciones que se dan en la naturaleza, mediante la acción enzimática de microorganismos como bacterias, hongos y algas, transformándose en nutrientes, dióxido de carbono, agua y biomasa. Las bolsas hechas de polietileno no desarrollan este proceso, pero sí algunos bioplásticos fabricados a partir de recursos naturales renovables (almidón de patata) o de algunos poliésteres sintéticos. Las bolsas biodegradables pueden tener un porcentaje de materias renovables y otro de derivados del petróleo.

Según especifica AENOR, si en una bolsa se dice que es biodegradable debe cumplir la norma UNE-EN 13432, que define la biodegradabilidad final como: “Descomposición de un compuesto químico orgánico por microorganismos en presencia de oxígeno para dar dióxido de carbono, agua, sales minerales en cualquier elemento presente (mineralización) y nueva biomasa; o bien en ausencia de oxígeno para dar dióxido de carbono, metano, sales minerales y nueva biomasa”.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario